- La Plataforma de Desempleados de La Palma ha protagonizado este lunes su tradicional concentración simbólica ante el Servicio Canario de Empleo (SCE) para reclamar “una renta básica o un trabajo digno”.
Esther R. Medina - Santa Cruz de La Palma | La Palma Ahora
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| Concentración, este lunes, de la Plataforma de Desempleados en la capital. Foto: DOMINIQUE VEGSUND CORTÉS. |
La Plataforma de Desempleados y Desempleadas de La Palma ha protagonizado este lunes su tradicional concentración simbólica ante las puertas del Servicio Canario de Empleo (SCE) de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane para reclamar “una renta básica o un trabajo digno”. “Lo que está pasando en la Isla es una absoluta vergüenza, porque tiene unos recursos únicos para establecer un modelo de desarrollo sostenible basado en las energías renovables y en un sector primario ecológico, y hay gente que está buscando comida en los contenedores”, ha señalado a LA PALMA AHORA, con evidentes muestras de indignación, Alejandro Hernández, miembro del colectivo y parado desde hace tres años y medio “sin cobrar ningún tipo de prestación”.
Asegura que “el tema de la gente buscando restos de comida en los contenedores no me lo estoy inventando, cualquiera lo puede ver por las noches cuando cierran los supermercados tanto en Santa Cruz de La Palma como de Los Llanos de Aridane”. Esta situación, a su juicio, “constata que la Isla ha estado muy mal gestionada, no se puede achacar todo al sistema en el que vivimos; aquí, en esta legislatura, los gobernantes, lejos de querer poner soluciones a este problema han intentando muchas veces esconderlo, pero sigue ahí y no va a desaparecer con medidas electoralistas, sólo con planificación y participación de los propios afectados”, advierte.
Hernández considera, no obstante, que “la gente debe tomar consciencia y luchar por sus derechos, arrimar el hombro solidariamente”. Recuerda que “hoy se podría considerar pobre a todo aquel que gane menos de 650 euros al mes, ya sean trabajadores, pensionistas o los propios desempleados, que la inmensa mayoría o no tiene ingresos o son menores a esta cantidad”. Lamenta que “a estas concentraciones simbólicas o a las manifestaciones que se convocan desde diferentes colectivos, vengamos sólo una docena de personas; hay que visibilizar el problema y, sobre todo, organizarse para buscar soluciones”, concluye.
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